El corzo, como otros cérvidos, además de las señales acústicas, en su caso “la ladra” que emite en el celo, combina señales visuales y químicas para el marcaje territorial, las cuales son más intensas en los meses anteriores al periodo de celo. Posee glándulas especializadas entre las pezuñas y en la base de las cuernas, con lo cual el mensaje químico acompaña los escarbados y los descortezados que realiza durante el marcaje.
En los vídeos se ve como escarba con una de las manos y frota la frente en el viejo rosal. En una ocasión sólo se ve como lo embiste con energía. Pudiera estar tratando de despejar y hacer más llamativo el punto de marcaje. El ramoneo podría tener el mismo propósito, aunque también se observó alguna hembra y un macho joven comiendo esas hojas.
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